Posiblemente, la imagen de la bicicleta con la mujer sentada en la barra de unión del manillar, para cortos desplazamientos, fue la que hizo replantear a León Bollée la decisión de construir un vehículo ligero a motor, capaz de recorrer los arduos caminos de la época sin esfuerzo y con buena compañía. Heredero en 1887 junto con su hermano Amedée, de la fábrica de campanas y automóviles a vapor de su padre Amedée Bollée (construyó entre 1873 y 1886 uno de los vehículos a vapor más interesantes de la época), abandonan la mecánica a vapor para dedicarse a los motores de gasolina, aunque cada uno por su cuenta.

Amedée, construye varios vehículos sin alcanzar jamás varias unidades, pero si su importancia en el interés y entusiasmo en crear una carrocería aerodinámica . Conocidos con el nombre de“ Le Torpilleur “ fueron los deportivos que Amedée creó y que participaron en la carrera París-Amsterdam-París.