UN PEQUEÑO GRAN COCHE
El Mini fue, desde un principio, un coche óptimo para los rallyes. Apenas transcurridos poco más de seis meses desde su aparición en el mercado, participaron seis coches oficiales en el rallye de Monte Carlo de 1960.
Otros seis fueron conducidos por pilotos privados. Sin embargo, el novato aún no resultó competitivo en esa edición de la carrera. El mejor puesto fue el 23, conseguido por Riley/Jones. Y los pequeños coches ingleses tampoco tuvieron mucho éxito en la edición del año siguiente, ya que ninguno de los coches oficiales llegó a la meta.
La situación cambió en 1962: ese año participó por primera vez el finlandés Rauno Aaltonen al mando de un Mini Cooper, haciendo una carrera extraordinaria. Pero esa carrera también casi fue su última, ya que sufrió un espectacular accidente, volcando su coche, quedando ruedas para arriba e incendiándose. A Aaltonen le quedaron sólo unos pocos segundos para salvarse; luego, el coche se incendió por completo. En esas circunstancias, sólo dos Mini oficiales continuaron en carrera que, al final, ocuparon los puestos 26 y 77. Sin embargo, la lista de participantes incluyó dos nombres más que, posteriormente, saltarían a las primeras planas con sus Mini:
Timo Mäkinen participó por primera vez con un Mini Cooper, aunque como piloto privado. Y el Sunbeam Rapier, que ocupó el tercer puesto en la general, fue pilotado por un irlandés llamado Patrick Hopkirk.
1963: el Mini Cooper obtiene la primera victoria en su categoría.
Un año después, ya estuvo al mando de un Mini Cooper. En el año 1963 participaron cuatro coches oficiales de Mini en el famoso rallye de Monte Carlo. El piloto de Mini más exitoso era Rauno Aaltonen, que consiguió la victoria en su categoría y el tercer puesto en la clasificación general.
Paddy Hopkirk le siguió en el segundo puesto, ocupando el sexto en la general. Los otros dos Mini Cooper oficiales ocuparon los puestos 28 y 44.
En 1965, el finlandés Timo Mäkinen y su copiloto Paul Easter continuaron con la historia de éxitos del Mini Cooper, ganando con holgura el rallye Monte Carlo. Fue el único piloto que consiguió cubrir toda la distancia de varios miles de kilómetros sin acumular un solo punto de penalización. Y eso que en los Alpes franceses había mucha nieve sobre la pista. En esa carrera, Mäkinen condujo por primera vez el Mini con el nuevo motor de 1.275 cc, un motor que resultaría emblemático para este coche. Había partido junto con Paddy Hopkirk de Estocolmo; otros dos coches oficiales partieron desde Minsk, más uno desde París y otro desde Atenas. Hopkirk terminó el rallye ocupando el puesto 26 y el siguiente puesto lo ocuparon los hermanos Eric y Donald Morley, al volante de otro Mini oficial.
En 1965, BMC rompió por primera vez una tradición: normalmente, todos los Mini Cooper oficiales eran rojos con techo blanco. Pero ese año hubo una excepción: el equipo sueco Kallstrm/Haakansson estuvo al mando de un coche verde con techo blanco.
1965: sólo 35 de 237 coches vieron la bandera a cuadros, entre ellos tres Mini Cooper S.
Exceptuando la edición de 1952 del rallye Monte Carlo, cuando los Alpes estuvieron cubiertos de mucha nieve y las pistas estuvieron llenas de placas de hielo, la carrera del año 1965 fue considerada la más difícil.En vez del tramo final en el circuito urbano de la Fórmula 1, los pilotos tuvieron que aventurarse nuevamente hacia las montañas. En el segundo tramo nocturno entre St. Claude hacia Monte Carlo, de 610 kilómetros, los coches tuvieron que vérselas nuevamente con unas condiciones muy complicadas en los Alpes. Caía nieve y la visibilidad era casi nula y la luz que reflectaban la nieve y el hielo cegaba a los pilotos, por lo que, a fin de cuentas, sólo llegaron a la meta 35 de los 237 coches.
En vista de estas circunstancias, el rendimiento de Mäkinen fue extraordinario. El escandinavo consiguió los mejores tiempos en tres de las cinco pruebas especiales finales bajo condiciones muy difíciles. La última noche partió con ocho minutos de ventaja y consiguió los mejores tiempos en cinco de las seis pruebas especiales en este último tramo.
Decisión polémica en 1966: victoria y descalificación.
Los Mini intentaron la triple victoria en 1966. Los cuatro equipos Cooper eran los grandes favoritos y acapararon el interés del público y la prensa. Desde el principio cumplieron brillantemente las expectativas: Mäkinen, Aaltonen y Hopkirk se adelantaron y dejaron atrás a los demás pilotos. Al final del rallye ocuparon los tres primeros puestos. Pero entonces se produjo una de las decisiones m·s controvertidas de la historia del rallye Monte Carlo.
En la inspección técnica que duró ocho horas al término del rallye, los comisarios constataron que los cuatro faros adicionales, montados delante del radiador de los Mini Cooper, no correspondían exactamente a las normas de matriculación francesas. Y sólo por esa (polémica) razón, el jurado descalificó a los tres Mini que habÌa copado el podio. Al final, el piloto de Citroën fue el ganador, ocupando lo alto de podio.
A pesar de esta amarga experiencia, los Mini Cooper volvieron al rallye
Monte Carlo en 1967. Los tres mosqueteros Aaltonen, Hopkirk y Mäkinen contaron con el refuerzo de Simo Lampinen y Tony Fall. El "finlandés volador", Rauno Aaltonen, al mando del coche número 177, acabó la carrera el primero, a doce segundos de distancia del segundo, un Lancia. También todos los demás Mini Cooper llegaron a la meta, Hopkirk ocupando el sexto lugar, Fall el décimo, Lampinen en el puesto 15 y Mäkinen cruzó la meta en el puesto 41.
En 1968, la flota Mini partió por última vez rumbo a Mónaco. Aaltonen,
al mando de su Mini Cooper S ocupó la tercera plaza, Fall llegó cuarto y Hopkirk quinto, mientras que Mäkinen terminó el rallye Monte Carlo ocupando el puesto 55. Aunque los resultados habían sido muy buenos, resultó evidente que el Mini Cooper S había superado su cenit como coche de competición en rallyes. Así concluyó una era, aunque la leyenda sigue viva. Hasta el día de hoy, todos los aficionados a los rallyes saben lo que significa 33 EJB. Fue la matrícula del Mini Cooper S de Paddy Hopkirk que ganó el rallye Monte Carlo en 1964.