El retorno de una leyenda.
BMW Group Mobile Tradition compró el BMW 328 Coupe Touring, vencedor en la Mille Miglia de 1940.
Es el final de una odisea de 50 años: el BMW 328 Mille Miglia Coupé con el que Fritz Huschke von Hanstein y Walter Bäuer ganaron las Mille Miglia de 1940 ha encontrado el camino de vuelta a Munich.
Con ocasión de una conferencia de prensa, a la que siguió una excursión por carretera, su anterior propietario, Jim Proffit, aficionado norteamericano a los automóviles clásicos, entregó el vehículo a BMW Group Mobile Tradition. Este coleccionista californiano lo encontró y restauró hace unos 17 años y desde entonces ha participado en numerosos Concours d´elegances, carreras de automóviles históricos e incluso en pruebas como la Mille Miglia.
Proffit y BMW Group han negociado la vuelta de este excepcional modelo de carreras, auténtico hito en la historia de BMW. "Apenas hay otro modelo del periodo de la entreguerra que haya definido la marca BMW en la misma medida que este coupé. Por eso nos sentimos especialmente satisfechos de darle la bienvenida de vuelta a Munich después de una ausencia tan prolongada", ha declarado Holger Lapp, responsable de BMW Group Mobile Tradition.
La receta: seis cilindros en línea, chasis tridimensional tubular y carrocería de aluminio.
El exclusivo BMW 328 había recibido su carrocería realizada por la marca milanesa Touring en 1939. El chasis, que llevaba grabado el nº 85368, consistía en una estructura tridimensional, mientras que su piel exteriorera de aluminio. Esta carrocería "superleggera", o ultraligera, que llevaba el nº de turismo 2312 permitía a este coupé etener la aguja de la báscula en sólo 780 kilos. Con un motor de seis cilindros en línea de 130 CV bajo el capó este biplaza alcanzaba una velocidad máxima de 220 km/h.
El éxito: en cabeza de principio a fin a lo largo de m?de 1.000 millas.
En su primera aparición las carreras, las 24 Horas de Le Mans de 1939, este deportivo se alzó con la victoria en su categoría y obtuvo un sensacional 5º puesto final, por delante de rivales considerablemente más potentes. Al año siguiente, el 28 de abril de 1940, la leyenda automovilística Fritz Huschke von Hanstein (1911 - 1996) compartió los mandos con Walter Bäumer para cubrir las 1.000 millas (1.600 kilómetros) de recorrido de la Mille Miglia, la carrera más larga, difícil y prestigiosa del mundo por aquel entonces. Juntos se alzaron comodamente con el primer puesto. Hanstein, que contaba 29 años, pilotó el biplaza hasta la victoria, pese a partir con el nº 70. El "barón de carreras" se situó a la cabeza de la selección de 74 rivales desde la primera vuelta y recorrió toda esa extensión en menos de nueve horas, con un promedio de casi 170 km/h. El equipo BMW cruzó la meta con una ventaja de 15 minutos sobre el, hasta entonces, imbatible equipo oficial Alfa Romeo.
Era la victoria más significativa hasta la fecha de la joven empresa de producción de automóviles BMW. La victoria final se vio complementada por los puestos sobresalientes obtenidos por los 328 Roadsters, que llegaron en 3º, 5º y 6º lugares.
Historia de una leyenda: el BMW 328 Mille Miglia Coupé Touring
Ya durante la fase inicial, el BMW 328 albergaba la promesa de una carrera extraordinaria. Tras su debut en la competició la victoria en la Eifelrennen celebrada en el circuito de Nürbring el 14 de junio de 1936,con Ernst Henne al volante, el deportivo BMW 328 iba a convertirse en una leyenda automovilística. A finales de los años 50, llegado el punto final de su trayectoria deportiva, contaba en su palmarés con más de 200 triunfos. Ningún otro automóvil de su categoría puede jactarse de una sucesión de éxitos ni siquiera parecida.
Aparte de los clásicos 328 roadsters con carrocerías BMW de fábrica, las postrimerías de la década de los 30 asistieron a la producción de algunas versiones de carreras con carrocería ligera, basada en los últimos avances aerodinámicos. El modelo más famoso de entre este grupo exclusivo fue un BMW 328 Coupé, encargado en 1938/39 a los afamados carroceros Touring de Milán para competir en las 24 Horas de Le Mans, pues el reglamento ya permitía los modelos con carrocería cerrada. La empresa italiana Carrozzeria Touring se vanagloriaba de una experiencia y éxitos notables (Alfa Romeo) con sus carrocerías, a las que denominaba "superleggera": construcciones tubulares de paneles de aluminio, extraordinariamente ligeras.
Convinieron en montar en un chasis del BMW 328 una de sus carrocerías ligeras cerradas para la carrerade Le Mans de 1939 en un plazo limitado. Mientras tanto, en Munich, un motor del BMW 328 que normalmente rendía 80 CV era objeto de modificaciones que le permitieron finalmente alcanzar una cifra de 135 caballos de potencia.
Este Coupé de dos plazas, terminado justo a tiempo, no sólo resultó muy veloz sino también sumamente atractivo desde el punto de vista del diseño. La victoria en Le Mans vino a recompensar tantos esfuerzos. Los tres modelos de BMW 328 que competían en la prueba se alzaron con los primeros puestos de sus respectivas categorías, con el Príncipe Schaumburg-Lippe y Hans Wencher coronados con los laureles de la victoria a los mandos de lo que se dio en describir como un "automóvil capotado aerodinámico": el BMW 328 Touring Coupé. El vehículo había demostrado ser considerablemente superior a sus rivales, con una velocidad media de 132,8 km/h, una cifra que batía el anterior récord en casi un 10%. Con el 5º puesto de la clasificación general, este BMW de elegante diseño sólo había cedido terreno ante deportivos mucho más grandes, propulsados por motores con una cilindrada de 3 a 4,5 litros.
Para la siguiente temporada, que sería por el momento la última para BMW a causa de la guerra, la empresa tenía planes si cabe más ambiciosos.
En 1940, la Mille Miglia, la carrera automovilística más famosa y agotadora del mundo, se volvía celebrar, esta vez en un nuevo circuito, después de una interrupción de un año a causa de un terrible accidente durante la edición de 1938.
En vez de atravesar las ciudades y pueblos de camino entre Brescia y Roma, el nuevo circuito se parecía más a una pista de alta velocidad, por las carreteras bien asfaltadas de Brescia, Mantua y Cremona.
Enfrentándose de nuevo a otra carrera contra el calendario, BMW consiguió producir cinco modelos 328 especiales con carrocería ligera para esta prueba, conocida como el "1º Gran Premio Brescia delle Mille Miglia", que partió de Brescia el 28 de abril de 1940. Tres de los BMW eran deportivos descapotados, otro era un coupé erodinámico desarrollado en Munich y el quinto, el modelo que había triunfado en Le Mans.
Con algunos de los pilotos de carreras más famosos de su tiempo al volante, incluidos Fritz Huschke von Hanstein y Walter Bäumer a los mandos del BMW 328 Touring Coupé estos cinco automóviles surcaron los Alpes en convoy por sus propios medios en marzo de 1940: había mucho que entrenar en Italia.
Pese a la agitación política del momento, el 28 de abril se dio la salida. Por su carácter de prueba de alta velocidad, esta carrera se consideraba una piedra de toque para la última tecnología aplicada a la competición. Incluso el director deportivo de Mercedes, Alfred Neubauer, había viajado a Italia para evaluar los últimos avances tecnológicos de los modelos en competición pese a no participar ningún automóvil de Mercedes.
Desde el primer momento, von Hanstein y Bäumer se situaron a la cabeza en su modelo vencedor en Le Mans, seguidos de cerca por el segundo BMW 328 Coupé los favoritos de la prueba, los Alfa Romeo. Corriendo al límite de principio a fin, los pilotos de los Touring Coupé negaron a sus rivales cualquier oportunidad de alcanzarles. Saludado por una muchedumbre jubilosa, el BMW aerodinámico cruzaría finalmente la meta como ganador absoluto despu?de nueve vueltas y casi 1.000 millas. Los espectadores tuvieron que esperar un cuarto de hora a que el segundo clasificado, un Alfa Romeo de mayor cilindrada (2,5 litros), cruzase la meta.
Los pilotos del BMW 328 Touring Coupé von Hanstein y Bäumer, se alzaron con una fenomenal victoria, a la increíble velocidad media de 166,724 km/h, una marca mítica en la historia del automovilismo internacional que sobrevive hasta nuestros días. Ningún otro automóvil en la historia deportiva de BMW ha tenido una repercusión más duradera y colorista.
La aplicación nteligente de las últimas tecnologías desempeñó un papel fundamental en este éxito, una estrategia a la que BMW ha sido felizmente fiel hasta nuestros días, y no sólo en el terreno de la competición.
Esta participación el "Gran Premio delle Mille Miglia" iba a marcar la última a aparición pública del BMW 328 durante el resto de la guerra. La división deportiva de BMW se disolvió a principios de 1941 y su director, Ernst Loof, fue enviado por la Luftwaffe, junto a la mayoría de sus trabajadores, a París a prestar sus servicios en un taller de reparación e motores de aviación.
El destino que corrió BMW 328 Coupé durante la guerra sigue siendo incierto. Mientras los demás modelos de carreras de BMW y los equipos de pruebas se trasladaban a diversos emplazamientos secretos de Baviera, la pista de este automóvil se perdió un principio. Cuando los Aliados ocuparon Alemania en mayo de 1945, el vehículo reapareció para que, poco después, lo confiscaran unos oficiales norteamericanos. Durante una excursión perdieron el control del Mille Miglia Coupéque terminó una cuneta cerca de Freising, donde lo dejaron abandonado. Por casualidad, el antiguo ingeniero de BMW Claus von Rücker que había sido uno de los principales ejecutivos en la fábrica de motores de aviación de BMW en Allach y en aquel momento desempeñaba el cargo de director de la planta de reparación de las fuerzas de ocupación, tuvo noticia del accidente. Von Rücker supo apreciar el verdadero valor de este modelo, que ahora lucía una pintura verde oliva acorde con los uniformes norteamericanos, y lo rescató.
Según los informes oficiales, finalmente se le permitió comprar el coche a las autoridades pertinentes.
Von Rücker comenzó a reparar él mismo el Mille Miglia averiado con tanto éxito que su amigo, el piloto alemán Hermann Lang, pudo competir con él en la primera carrera que se celebró en Alemania después de la guerra: la subida al Ruhestein en junio de 1946, en la que Lang obtendría la victoria en su primera competición.
Cuando Claus von Rücker emigró a Canadá algo después a finales de 1947, se llevó consigo el Mille Miglia Coupé. Al cabo de no mucho lo había vendido al fotógrafo neoyorquino y piloto de carreras Robert Grier. Éste pintó el deportivo de rojo y le acopló unos enormes parachoques delante y detrás Durante varios años su propietario americano pilotó este modelo legendario en carretera abierta y en subidas como Watkins Glen.
Tras la muerte de Robert Grier a mediados de los años 50, el coche pasó a su viuda y, bastante abollado, quedó en el olvido durante unos treinta años en un garaje alquilado del barrio obrero de la pequeña ciudad de Wallingford, Connecticut. A mediados de los años 80, el coleccionista y restaurador californiano Jim Proffit desenterría esta joya de la ingeniería deportiva de BMW y consiguió comprarlo. Proffit se pasó varios años restaurando y reconstruyendo el Coupé y fue capaz de devolverlo a un estado apto para las carreras. Proffit concitaba siempre la atención de todos en las carreras de automóviles históricos y comenzó a acariciar la idea de devolverlo algún día a a su lugar de nacimiento.
Tras largas negociaciones con BMW Group Mobile Tradition, la división de BMW Group responsable en todos los aspectos de la leyenda de BMW y Mini, finalmente se alcanzó acuerdo en el verano de 2002.
Hoy el BMW 328 "Mille Miglia" Coupé touring es la joya de la corona de la colecció de deportivos históricos de BMW.
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